Señales de Rock'n'Roll
En los primeros pasos de su camino en solitario, Rulo dio cuenta de su cóctel de intimidad lírica y brochazos eléctricos durante su primer paso por nuestra provincia desde que abandonara su grupo de toda la vida, La Fuga. Una nueva muestra de uno de los frontman más carismáticos del rock cantado en español, de esa estrecha conexión que forja con sus seguidores y de la complicidad recíproca con sus contrabandistas.
El show estaba enmarcado dentro de la gira de presentación de Señales de Humo, el primer disco en la nueva carrera del de Reionsa, el cual sigue una línea continuista respecto a sus anteriores trabajos a nivel compositivo, muy significativo en cuanto al estilo de letras; pero, con el inestimable influjo de sus experimentados nuevos músicos que han conseguido introducir nuevos sonidos, arreglos cuidados y una impronta delicada. Es decir, Rulo continúa su senda como compositor único, pero sin perder la esencia del grupo, musical y personalmente.
A pesar de los temores, las incertidumbres del futuro, parece que la carrera marcha hacia los derroteros del triunfo, recibiendo mayoritariamente el respaldo del público mayoritario que aún a día de hoy continúa sumando nuevos miembros de distintas procedencias. Precisamente, este hecho pudimos verlo reflejado en la diversidad de personalidades que se reunieron en la Sala The One. Aunque la entrega se encargó de paliarlo, desgraciadamente el número de asistentes no fue el esperado ni mucho menos, con una asistencia que rondó las quinientas personas. La época de exámenes, la crisis monetaria y el prolongado desinterés musical que tenemos en esta zona son algunos de los motivos que me atrevo a citar.
Pasadas las once de la noche, hacía su aparición Rulo al cante y la guitarra, “Pati” Baraldés a la guitarra, “Quique” Mavilla al bajo y los coros, “Charli” Arancegui a la batería y el ex La Fuga “Fito” Garmendia a la guitarra y los coros, para prender la mecha con los cálidos acordes de ‘No Sé’. Desde ese momento el magnetismo del cántabro eclipsó todas las miradas, dejando a las claras que vive por y para el rock & roll, que disfruta habitando libremente el escenario.
El sonido acompañó durante todo el concierto, aunque al comienzo era evidente que las guitarras no acababan de encontrar el equilibrio perfecto. Precisamente el hecho de tener tres guitarras obligaba a estar pendiente a posibles arreglos y matices nuevos, pero lo cierto es que salvo contadas excepciones no encontramos detalles reseñables.
El Set-List elegido reunía todos los cortes que componen Señales de Humo, y los himnos más rimbombantes de La Fuga. De esta forma topamos con la esperanza de ‘Como A Veces Lo Hice Yo’, la energía de ‘En Vela’ o el canto al desenfreno de ‘Baja Por Diversión’, donde Fito hacía las veces de Enrique Villarreal “El Drogas” (Barricada). No faltaban las clásicas posturas de Rulo, las miradas furtivas a sus fieles, sus fugaces comentarios para fraguar una complicidad entre músicos y público que pocos logran crear con tanta facilidad.
Llegaría el turno de coger las guitarras acústicas, cambiar baquetas por escobillas y relajar los tempos para escuchar ‘El Manual’, con mandolina incluida y aire sureño, y ‘Por Morder Tus Labios’. Tras el respiro acústico abordamos decididamente algunos de los temas más llamativos de Señales de Humo como las pinceladas reggae de ‘Mi Cenicienta’, la radiada ‘Heridas de Rock’n’Roll’, la colección de metáforas dylanianas ‘Como Venecia Sin Agua’ y ‘Fauna Rara’, en la que lucieron plumas, gorros y disfraces que recrearán el variopinto paisaje de la fauna.
Entre medias se colaban himnos generacionales como el coreado ‘Por Verte Sonreír’, la primera letra de amor de verdad según su creador; ‘Amor de Contenedor’, el homenaje a los músicos callejeros ‘Miguel’ y ‘Despacito’, con un inicio de esferas country y un final de puro rocanrol, con las guitarras, cuerdas rotas incluidas, echando fuego y las baquetas aporreando salvajemente, poniendo de esta forma fin a la primera parte del concierto. En estos temas se observa alguna ligera vuelta de tuerca, alguna fase modificada respecto a la original, en la que los solos han perdido parte de su peso como pudimos constatar más tarde en ‘Buscando En La Basura’.
Tras los “Una cançoneta i mo n’anem”, volvían al escenario para poner el broche final a una noche inolvidable. Acompañado únicamente de su guitarra, Rulo se encargó de interpretar ‘Descalzos Nuestros Pies’ en uno de los momentos más emotivos de la noche; mientras que la contraposición y los últimos albores de sudor y adrenalina llegarían con la declaración de principios por excelencia ‘P’Aquí P’Allá’, ‘Buscando En La Basura’, ‘Tranqui Por Mi Camino’ y el single ‘La Cabecita Loca’. Entre aplausos y saludos pudimos deleitar con la versión inédita de Rulo y la Contrabanda de ‘En el Último Trago’, original de Chavela Vargas, y entre otros versionada por Andrés Calamaro.
En definitiva una noche excelente que muestra a uno de los artistas con más magnetismo del panorama del rock estatal. Un grito a seguir el camino que uno quiere tomar, pero con capacidad de mejorar en el futuro y enriquecer con más quilates el cóctel melódico.
Texto: Rafa Ele
Fotos: Arturo Uve
