Rafa Ele - Redactor, publicidad...
Dice de él: Traumado por las viejas cintas de mi padre de Alameda, Triana y Medina Azahara y ayudado por las malas compañías comenzó mi idilio con la pasión por el ruido. Frustada estrella del rocanrol, enamorado de las lentejuelas, he estado inmerso en otros proyectos de difusión musical como Conciertos de Alicante o Rock In Spain. Además de estar ligado a Sona Alacant, en la actualidad soy colaborador de la revista Rock Estatal.
En realidad, dicen de él: Nadie sabe ni cómo ni por qué, pero es así. En su sangre corren tradiciones muy dispersas y culturas tan exóticas como la murciana y la andaluza,quizá eso explique su acento caprichoso. Amante de las costumbres cambiantes, sus profesores decían: "Es buen chico y muy aplicado, el problema es dónde lo aplica". Insistente y pesado como un perro con hambre. Acaparador de música desde que la conoció en un oscuro callejón, se enganchó y no la pudo olvidar...
Arturo Uve - Fotógrafo, diseño, redactor...
Dice de él: De lo que diga, seguramente la mitad sea mentira, y con la otra mitad... lo mejor que puedes hacer es no creértela. Enamorado de todo lo que merezca la pena amar, pero a la vez olvidadizo y disperso.
En realidad, dicen de él: Desde que nació sus padres intentaron inculcarle el ser una persona de bien, con una buena educación y ser útil para la sociedad. De pequeño destacaba en el colegio, era el ojo derecho de los profesores y la envidia de los amigos de sus padres. Pero un trágico día, siendo aún un niño inocente, se cruzó en su cámino el Algazara de Reincidentes. A partir de ahí su vida cambió, comenzó a dejarse el pelo largo, con un asombroso parecido al maestro Rosendo Mercado, y jamás volvió a ser lo que era. Empezó a frecuentar malos ambientes y un gusto por la música desmedido.
En realidad, dicen de él: Desde que nació sus padres intentaron inculcarle el ser una persona de bien, con una buena educación y ser útil para la sociedad. De pequeño destacaba en el colegio, era el ojo derecho de los profesores y la envidia de los amigos de sus padres. Pero un trágico día, siendo aún un niño inocente, se cruzó en su cámino el Algazara de Reincidentes. A partir de ahí su vida cambió, comenzó a dejarse el pelo largo, con un asombroso parecido al maestro Rosendo Mercado, y jamás volvió a ser lo que era. Empezó a frecuentar malos ambientes y un gusto por la música desmedido.
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